Cómo darle una segunda vida a tu stock acumulado
Los minoristas han aprendido del trastorno que afectó a sus cadenas de suministro durante la pandemia y ahora tienen varias opciones para reducir los niveles de inventario y evitar revivir situaciones incómodas de almacenes abarrotados. Las opciones van desde vender hasta dar una segunda vida a sus existencias o crear nuevas tendencias de consumo y estilos de vida.
La clave está en aprovechar la libre movilidad del inventario entre los pedidos online y offline. Un nuevo escenario en el que los consumidores pueden comprar en línea y recoger en la tienda, lo que les ayudará a vender el inventario que han acumulado sin tener que recurrir necesariamente a descuentos que perjudiquen los márgenes.
Este año, es más importante que nunca escuchar al consumidor y darle las facilidades que necesita para que pueda personalizar su recorrido de compra y adaptarlo a su rutina.
Tras el auge del comercio electrónico experimentado durante la pandemia, para muchos minoristas las ventas en línea constituyen ahora una parte importante de sus ventas totales y siguen creciendo trimestre tras trimestre.
Las tiendas físicas necesitan buscar la agilidad en su flujo de existencias, así como ser un segundo almacén para el canal online ofreciendo la recogida en tienda de compras que vengan de otros canales.
Pero también hay una nueva oportunidad para los productos que se han quedado en los almacenes.
Hay una tendencia creciente en la moda sostenible que es una excelente oportunidad para darle una nueva vida a esas prendas, utilizando el exceso de inventario para fabricar nuevos productos, algo que puede resultar incluso más rentable que utilizar materiales nuevos.
Un ejemplo de esto es la campaña que lanzó Uniqlo: Reciclar, Reutilizar, Reducir donde dieron ejemplo de cómo las prendas recogidas de los consumidores o de las existencias se reciclan para convertirlas en nuevas prendas.
Además de crear nuevas prendas, las que tienen una nueva vida se donan a organizaciones benéficas u ONG que trabajan con personas en riesgo de exclusión social, refugiados y quienes han perdido su empleo durante la recesión.
Los almacenes llenos de stock acumulado no son buenos para nadie, y cada vez son más las marcas y comercios que se solidarizan con quienes más lo necesitan para darle una segunda oportunidad a esas prendas “olvidadas”.
Otro excelente ejemplo fue el de la marca Bassols, que proporcionó camas y ropa de baño al Plan Responde de Cruz Roja durante la crisis del Covid-19 y a otras entidades como los hoteles medicalizados.
Todas estas iniciativas combinadas con el último trimestre del año, conocido como el trimestre de las ofertas pueden aligerar el peso del inventario que quizás no ha tenido la rotación esperada o que se ha comprado para paliar la crisis de suministros que ha protagonizado este 2022.
En los próximos meses, el Black Friday, el Cyber Monday, la campaña de Navidad y las rebajas de enero son también muy buenas oportunidades para aligerar peso.