El renacimiento de la tienda física

Calles con persianas bajadas han sido el panorama más habitual en todas las ciudades pero poco a poco, con la llegada de la primavera y una mejora en el optimismo de los consumidores, vemos como el retail vuelve a animarse.

Ahora ya hemos aceptado que la nueva normalidad no va a ser igual que la que teníamos a principios de 2020, los consumidores han aprendido y han cambiado, por no decir que el crecimiento que ha registrado el ecommerce no bajará a cifras pre pandemia.

No obstante, el sector inmobiliario del retail sigue apostando por la tienda física a pesar de las dificultades que atraviesa el sector.

La inversión inmobiliaria para retail en España llegó a 2.300€ miliones en 2020 y este año, según un estudio de CBRE, se espera superar la barrera de los 2.500€ millones de inversión.

No hay duda de que la experiencia de compra que se puede ofrecer en una tienda física es única, nos envuelve cautivando nuestros cinco sentidos y captando toda nuestra atención. Es una experiencia sensorial que difícilmente se puede replicar online.

Por eso, el mundo online y el offline han forjado una alianza que trae de vuelta a la tienda física.  Según CBRE:

“Los operadores han desarrollado planes para optimizar sus catálogos de productos y su cadena de suministro para una experiencia omnicanal más completa y comprometida con sus clientes para encontrar el justo equilibrio entre los formatos on y offline.”

La localización siempre ha sido un punto crucial a la hora de planificar una apertura, pero, ahora, hay más factores a tener en cuenta y dos maneras diferentes de abordarlos dependiendo del tipo de producto que se ofrezca.

Las grandes marcas están apostando por reforzar sus eCommerce y reorganizando sus tiendas para traerlas a las calles más céntricas de las ciudades. La Gran Vía de Madrid o el Paseo de Gracia en Barcelona son protagonistas de un baile de tiendas sin precedentes.

Abrir tiendas insignia en lugares estratégicos permite a las marcas reforzar su imagen, pero también las instiga a reinventarse. Empresas como Ikea o Decathlon están cambiando su estrategia para traer una versión diferente de sus tiendas a los centros de las ciudades. Ya no apuestan por grandes aperturas de almacenes en las afueras, ahora buscan una nueva experiencia para sus clientes.

Decathlon lleva tiempo acercando sus tiendas a zonas más céntricas para que los clientes puedan recoger fácilmente sus compras online e Ikea ha creado un nuevo concepto de tienda para ofrecer servicios enfocados a la decoración y así acercarse a otro tipo de cliente complementando a la perfección su estrategia online. Una tienda enfocada al servicio que acaba con una compra online que los clientes pueden escoger si quieren recibirla en casa o la pasan a buscar por su tienda más cercana.

El incremento del servicio de recogida en tienda ha influido mucho en la nueva estrategia de localización de las tiendas, al estar más céntricas es más fácil que los clientes compren online y aprovechen el trayecto de casa al trabajo para recoger sus pedidos.

Esto no quiere decir que otro tipo de marcas no puedan tomar el camino opuesto volviendo a las afueras para ofrecer servicios como el curbside pickup que sería inimaginable en el centro de las ciudades.

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