Los minoristas promueven la moda sostenible con la venta y alquiler de ropa de segunda mano
No hay duda que la economía circular y la moda sostenible están a la orden del día, pero en realidad no son algo tan nuevo. Ya hace tiempo que existe el mercado de productos de segunda mano. Lo que sí ha cambiado recientemente es que, finalmente, entendemos el significado de la economía circular y las empresas le han dado un lugar más importante en sus iniciativas de sostenibilidad.
Ya hace mucho que la gente compra artículos de segunda mano con el objetivo de ahorrar dinero, y estas acciones que inicialmente buscaban un beneficio propio, han adquirido ahora una dimensión sociocultural con más fuerza gracias a la economía circular, que abarca una amplia gama de iniciativas como minimizar los residuos y la contaminación, reducir el consumo de energía y recursos, y reciclar y alargar la vida útil de los productos en lugar de deshacerse de ellos cuando ya no se necesitan.
Las grandes empresas han incorporado políticas que fomentan la sostenibilidad mediante el estudio de los envases, el transporte y la producción. Pero ¿qué pasa con los productos ya fabricados y que siguen siendo perfectos para el uso?
Puede que los minoristas de tecnología y muebles hayan sido los primeros en fomentar la reutilización de productos, pero la moda ha entrado en la economía circular pisando fuerte.
La Generación Z prioriza la sostenibilidad
La industria textil es una de las mayores consumidoras de recursos del planeta generando el 10% de la huella de carbono mundial, sin olvidar que también es una de las más derrochadoras a nivel de desechos de producto. En los últimos años han surgido varias iniciativas para alargar la vida de las prendas facilitando la compra, venta o alquiler de ropa casi nueva a través de sitios web como Vinted, Percentil y Ecodicta.
El deseo de las generaciones más jóvenes, en especial de la Generación Z, de tomar decisiones de compra que antepongan la sostenibilidad no ha pasado desapercibido para las grandes marcas, que se han sumado a la iniciativa dedicando espacios de sus tiendas a la venta de ropa de segunda mano para demostrar su compromiso.
Estoy especialmente orgulloso del trabajo realizado por Kiabi, cliente de Openbravo, que ha emprendido varias acciones de sostenibilidad bajo el lema “Kiabi agit pour un monde meilleur” (Kiabi actúa por un mundo mejor).
La iniciativa más reciente de Kiabi es lanzar un concepto de tienda 100% de segunda mano llamada Kidkanaï. La tienda consta de 1.200 metros de superficie en los que los consumidores pueden adquirir una gran variedad de artículos de segunda mano que van más allá de la ropa. Pueden encontrar cualquier tipo de producto que necesiten para sus hijos, desde ropa y calzado hasta juguetes, libros y material deportivo.
En el reciente evento Retail Days Printemps, Pauline Bachelet, responsable de productos de segunda mano de Kidkanaï, y yo presentamos conjuntamente una sesión titulada “RSE – Alquiler o segunda mano, ¿qué deben adoptar las organizaciones para ser sostenibles?”, en la que se analizaba la creación y puesta en marcha del proyecto.
Me impresionó el gran interés que despertó el tema entre los minoristas asistentes, y Pauline y yo mantuvimos interesantes conversaciones sobre cómo hacer más sostenible la venta minorista de moda.
La moda sostenible se convierte en una prioridad
En el retail de moda encontramos cada vez más ejemplos de economía circular con las grandes marcas que buscan nuevos hitos relacionados con aumentar el uso de materiales sostenibles, reducir su huella de carbono o promover la reutilización de productos que siguen en buenas condiciones.
Inditex, por ejemplo, ha creado una plataforma llamada Zara Pre-Owned donde los clientes pueden comprar, vender y reparar productos de la marca.
El objetivo último de la moda circular es alargar la vida de las prendas y, con ese reto, la empresa portuguesa Salsa Jeans lanzó un programa de reparación de vaqueros para que sus clientes puedan enviar los productos, repararlos y así seguir disfrutando de ellos sin generar más residuos.
Otro ejemplo es la marca de moda exclusiva Maje y su programa Seconde Main, cuyo objetivo es permitir a sus consumidores experimentar y vivir la moda de otra manera.
No cabe duda de que veremos muchos más ejemplos de iniciativas de marcas de moda internacionales que contribuirán a reducir la huella de carbono del sector, y es interesante que la ropa de segunda mano, durante tanto tiempo ignorada por los minoristas, cobra ahora cada vez más importancia entre las grandes marcas de moda.
Sólo me queda agradecer especialmente a Pauline Bachelet su participación en el evento Retail Days Printemps y ¡por muchos éxitos con la iniciativa Kidkanaï!